“El Chaca” era temido en la localidad

La historia del “patrón de la droga” en Paihuano, imputado por macabro crimen de Alejandro Ponce

El sujeto, imputado como el principal autor del secuestro y homicidio de Alejandro Ponce, tenía una próspera pyme de la construcción, pero sus mayores ganancias provendrían del narcotráfico, delito del que se le acusa en la comuna.
sábado 25 de mayo de 2024

La muerte de Alejandro Ponce en la comuna de Paihuano, cuyo principal imputado es J.M.O., alias “el Chaca”, también dejó al descubierto cómo este sujeto tenía organizada una entramada red de venta de drogas, lo que lo posicionaba como uno de los principales traficantes de sustancias ilícitas en dicha localidad.

Este verdadero “patrón de la droga” recibía a sus compradores en su propia casa, ubicada en pleno centro de Paihuano. Incluso les tenía preparada una habitación en la que podían consumir tranquilamente, sin temor a ser sorprendidos por la policía.

Sin ir más lejos, los cómplices que están imputados por el secuestro y muerte de  Ponce, tienen sólo un vínculo en común: todos eran consumidores problemáticos de droga y este sujeto era quien los abastecía.

En ese sentido, J.M.O., como se ha exhibido durante las primeras jornadas del juicio oral, guardaba en su vivienda una gran variedad de sustancias ilícitas, que incluían marihuana, cocaína, pasta base y tussy.

Nativo de la propia comuna de Paihuano, J.M.O. es conocido por casi todos los habitantes del pueblo. Al comienzo se destacó por realizar trabajos de construcción, creando incluso una pyme del rubro, lo que lo llevó a seguir estudios superiores de ingeniería en La Serena.

Aunque esta empresa le generaba dividendos y era requerido incluso en otros sectores de la Región de Coquimbo, antes de ser detenido se encontraba efectuando una faena en Pan de Azúcar. Su especialidad eran las cabañas para turismo y piscinas, por lo que era muy solicitado por los empresarios del rubro.

Estos trabajos le permitían a J.M.O. tener un buen pasar económico, pero el negocio de las drogas y el poder que esto le otorgaba era su “gran orgullo”. De hecho, tenía a varias personas trabajando para él en su empresa de construcción, a quienes les pagaba con un 75% en droga y el resto en dinero.

Además, tenía pensado ingresar al rubro turístico, para lo cual estaba construyendo un par de cabañas en su propiedad.

EL PATRÓN DE LA DROGA

En Paihuano todos sabían que, si se necesitaba comprar sustancias ilícitas, debían acudir a “el Chaca”, quien recibía no solo dinero por ellas, sino todo tipo de elementos o trabajos a cambio de proporcionar las sustancias.

“Los angustiados llevaban teléfonos y otros aparatos tecnológicos. En su casa podías encontrar varios de estos elementos, e incluso máquinas de paintball o televisores”, indicó uno de los conocidos de la infancia de J.M.O.

Es el caso de la joven que éste utilizó para atraer a Ponce al lugar en donde sería secuestrado, a quien pagó con drogas, pues era una consumidora habitual de cocaína.

Relata que cuando se juntaba con “el Chaca” cometían algunas “jugarretas” que hoy reconoce como delitos, como cuando entraban a un predio a robar paltas. “Pero él continuó por el mal camino, pese a que incluso estaba en la universidad”, sostiene el joven, quien por temor prefiere ocultar su nombre.

“Pero siendo honestos, nadie hubiese pensado que llegaría a ese nivel de matar a alguien. Yo creo que fue por celos o porque le robó droga, porque ‘el Chiki’ igual consumía”, afirma el poblador.

Ante la pregunta de por qué, si todos conocían a lo que éste se dedicaba, - siendo además, un secreto a voces el tráfico ilícito de drogas en su casa- no se detuvo antes a este sujeto, el joven asegura desconocer la razón, pese a que la casa de “el Chaca”, estaba a una cuadra del municipio y a casi  la misma distancia de carabineros.

En esa misma línea, otro vecino de Paihuano comenta que “Carabineros está a unos metros de la casa donde este tipo vendía los papelillos, y se veía entrar y salir, día y noche, a los consumidores, ¿y nadie vio nada? Te reconozco que son pocos los funcionarios de Carabineros, quienes apenas superan la decena, y son largas las distancias que deben cubrir. Pero otra cosa es que te vendan en tus propias narices la droga”, sostiene.

El propio alcalde Hernán Ahumada reconoció a El Día, cuando explotó el caso, que en Paihuano siempre ha habido marihuana, pero ahora hay drogas más duras como la pasta base y, más recientemente, el tussy.

De hecho, el alcalde advertía que esta situación lo mantenía en constante preocupación, ya que “existen varias denuncias de posibles vendedores de droga”.

Cabe recordar que durante el juicio oral por el secuestro y muerte de Alejandro Ponce, uno de los imputados, conocido como “el Argentino”, relató que un mes antes de los hechos que terminaron con la vida de la víctima, y tras presenciar una agresión por parte de “el Chaca” a su expareja, lo denunció al Fono Denuncia Seguro de la PDI, explicando además que el sujeto era un traficante de drogas y que incluso contaba con una escopeta.

Pese a esto, solo habría existido una orden de investigar que salió días después de la muerte de Alejandro Ponce.

 

NUEVA JORNADA DE JUICIO

Cabe señalar que, ayer, durante el juicio oral, fue el turno de declarar del oficial de la PDI que ingresó a la vivienda de “el Chaca” tras la denuncia presentada por los familiares de Ponce, quienes afirmaban que estaría retenido en ese lugar. Es así como, al ingresar y registrar el domicilio se encontró droga en una de las habitaciones, “que era pasta base de cocaína y marihuana. Por eso, este acusado, aparte de los delitos de secuestro con homicidio y exhumación ilegal, está formalizado por el Ministerio Público por tráfico en pequeñas cantidades”, indicó la abogada querellante del caso, Cecilia Álvarez.

Lamentablemente, la audiencia debió suspenderse abruptamente por una repentina alza de presión que afectó a una de las magistradas.