Qué pasa con las reservas de nieve

Últimas precipitaciones: ¿Cuánta fue la recuperación de agua en los embalses de la región?

Expertos señalan que aún resta por definir la capacidad de la nieve caída en la cordillera, la cual tendrá su mayor incidencia en el sistema hídrico regional a parir de la temporada de primavera con los deshielos.
miércoles 20 de julio de 2022

Una importante recuperación presentan los embalses de la Región de Coquimbo tras el último sistema frontal que afectó el territorio hace unos días.

Si bien, al menos desde el mes de junio, los embalses han ido recibiendo relevantes cantidades del vital elemento cuando los primeros temporales alcanzaron la región, dejando caer las primeras lluvias, lo cierto es que las últimas precipitaciones han ayudado a mejorar la condición de estos cuerpos de agua.

Eso sí, el llamado de los expertos y la autoridad es a no caer en triunfalismos: primero, porque el volumen de agua embalsada en la zona no supera el 15% del total. Y porque además, la sequía como fenómeno está lejos de ser superada.

Así lo indica el seremi de Obras Públicas, Javier Sandoval, quien si bien reconoce que el agua caída dejan un superávit en la mayor parte de la región con respecto a un año normal a a la misma fecha, el proceso de aridización se mantiene.

“Si bien las cifras son alentadoras para lo que queda de año, aún nos encontramos en medio de una megasequía desde hace más de diez años, lo que se refleja en el estado de varios embalses como Corrales, Cogotí y El Bato, los cuales mantienen índices bajo un 10% de acumulación de agua”, afirma.

De ahí, subraya, es necesario “seguir trabajando en una gobernanza adecuada del agua” con el fin de optimizar el uso y distribución del recurso hídrico, especialmente en áreas rurales.

 

Recientemente, la Dirección General de Aguas, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, actualizó su informe hidrometeorológico semanal, el cual revela como las últimas lluvias aportaron a la recuperación del nivel de agua embalsada en la región.

Así, en la Provincia del Elqui, el embalse La Laguna presenta un monto acumulado de 28,3 millones de metros cúbicos, lo que representa un 54% de su capacidad.

Respecto al embalse Puclaro, tras las últimas lluvias acumula, según la DGA, 91,8 millones de m3 de agua, lo que representa un 24% de su capacidad total.

Al respecto, Sebastián Norambuena, modelador hidrológico del Laboratorio Prommra de la Universidad de La Serena, explica que únicamente en el último evento, el tranque vio aumentar su volumen en 8 millones de metros cúbicos.

Avanzando más hacia el sur de la región, si bien el agua aportada a los embalses es importante, esta tuvo menor incidencia final en los números, básicamente porque algunos tranques en Limarí y Choapa partían de cero.

Por ejemplo, en tierras limarinas, el embalse Recoleta presenta ahora un total de 26,9 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa el 19% de su capacidad de almacenaje total. Respecto a La Paloma, el mayor tranque de la provincia y la región, actualmente este cuenta con 96 millones de m3 lo que equivale al 13% del total. De hecho, según Norambuena, el último evento climático implicó el aumento de 16 millones de m3 de agua.

Respecto al embalse Cogotí, con el último temporal, este pasó del 0% al 8% respecto de su capacidad total, almacenando un total de 11,2 millones de m3 de agua.

En relación con la situación en Choapa, Culimo es el tranque que contiene la mayor cantidad de agua embalsada (2,5 millones de m3, equivalentes al 18%), seguido por El Bato (2,1 millones de m3, equivalentes al 9% de su capacidad), y cierra Corrales, con 3,6 millones de m3 (3% de su total).

 

De todas maneras, según explica Sebastián Norambuena, falta hacer la proyección respectiva en cuanto a los caudales que podría generar la nieve acumulada en cordillera que dejó el sistema frontal.

El investigador explica que “ésta se va a mantener durante los meses de invierno. Obviamente va a reducirse el área de cobertura nival que cayó en áreas más bajas, pero lo que estaba a mayor altura, donde se registró más de un metro de nieve, se va a mantener, debiendo comenzar a derretirse en los meses de primavera, a inicios o mediados de septiembre”.

Es en ese momento afirma, cuando se note el aporte real de la nieve, tanto en la escorrentía como en el volumen de agua que almacenen los embalses.

En ese sentido explica, clave será la gestión que se haga del agua durante dicho periodo, no obstante, una mayor cantidad de recurso hídrico, entrega algo más de tranquilidad.

“Lo que si podemos decir que esta temporada asociada a los eventos que ocurrieron, sí o sí va a ser mejor que la temporada anterior obviamente, y muy cercano a lo que nosotros llamamos un escenario moderado a optimista (…) Ahora estamos parados en un escenario bastante optimista en cuanto a la producción de agua que se va a generar, y sin duda que va a permitir sobrellevar las últimas tres temporadas que tuvimos”, explicó el experto.