Emprendedoras de la región destacan en feria artesanal de la Plaza de Armas
Patricia Barrera, junto a su amiga Herminda Quintriqueo llevan dos años trabajando en Rayén, un proyecto que mezcla costumbres y tradiciones de las regiones de Coquimbo y la Araucanía. Mientras Patricia hace artesanías en cuero, Herminda teje telares. Además de eso, trabajan con la gastronomía. En el stand número 3 de la feria artesanal, ubicada en plena Plaza de Armas de la capital regional. Allí se vende fruta regional, mote con huesillo, mote con frutilla y mote con papaya. “La idea es innovar, que no sea siempre lo mismo”, cuenta Patricia. También hay comida mapuche. Herminda prepara todo con recetas aprendidas en su natal Temuco, desde donde llegó hace 10 años. “A la gente le interesa mucho el tema, preguntan harto. Especialmente sobre las preparaciones de Herminda”, explica Patricia mientras muestra los productos. Este proyecto lo han llevado a cabo sin apoyo ni financiamientos externos.
Otro emprendimiento entre amigas es el de la profesora Mirna Castillo, que junto a una colega formaron Amigas Artesanas. Desde mediados del 2011 esta microempresa se dedica al diseño, fabricación y venta de cajas decorativas. Decidieron tomarlo como un pasatiempo, “no es para vivir, es sólo un hobby”, cuenta Mirna. Por lo mismo tampoco han buscado financiamiento de instituciones para crecer. “Sé que existen formas de apoyo, pero no hemos buscado porque no queremos transformarlo en algo tan grande”, aclara. Sin embargo, no lo descartan, especialmente luego del éxito que han tenido desde que se presentaron en el encuentro Serena Activa el año pasado, “luego de eso no hemos parado de estar en distintas ferias artesanales”, cuenta.
A diferencia de Mirna, que empezó su microempresa como una manera de distraerse, Gladys Alfaro, lo hizo por necesidad. “Con mi marido tocamos fondo por las deudas y otros problemas”, dice. Fue así como empezó a vender estuches, monederos y zapatos hechos a la medida en crochet. Sin embargo, ingresar al rubro no fue fácil. “Al principio no me querían aceptar en ferias porque no era artesana”, cuenta. Pero de a poco se fue dando a conocer y la inversión inicial de $200.000 se ha quintuplicado. Además, ha recibido apoyo del Sernam, que se ha preocupado de buscar espacios para que más mujeres muestren sus productos. “Es un apoyo fundamental. Se preocupan de todas las mujeres que quieren trabajar”, afirma.
Otra microempresaria que ha recibido apoyo estatal es María Angélica Muñoz. Desde hace dos años y gracias al Fosis y a la Conadi, ha podido desarrollarse en la industria textil. María Angélica hace telares con lana de oveja que es teñida con hierbas. “Es artesanía que tiene mucho de indígena”, afirma. Su abuela, oriunda de Vichuquén, tal como María Angélica, fue quien le enseñó la técnica. El stand en la feria se lo adjudicó luego de postular junto a otros artesanos. “Fue complicado porque somos muchos y la idea es darle espacio a cada uno. Todos queremos luchar para salir de la pobreza”, cuenta María Angélica.
En general, todas hacen un balance positivo respecto a las ventas. Aprovechando la llegada de turistas a la región esta temporada, la feria estará todo el verano en la Plaza de Armas de La Serena.
