Sacerdote imputado por abusos en Seminario Conciliar fue condenado pero no irá a la cárcel

El Juzgado de Garantía de La Serena condenó a una pena de 5 años de presidio menor en su grado máximo al sacerdote Daniel Dinamarca por el delito de abuso sexual reiterado, cometido entre 2016 y 2017 contra dos menores de edad, entonces estudiantes del Colegio Seminario Conciliar de La Serena.

Tras aceptar su participación en los hechos, la justicia resolvió en procedimiento abreviado el destino del religioso, miembro de la congregación de los Padres Barnabitas, quien según los antecedentes, se encontraría viviendo en Santiago, luego de ser apartado de sus funciones en la institución educativa una vez denunciados los casos.

Sin embargo, Dinamarca no irá a la cárcel una vez que la sentencia se encuentre ejecutoriada, debido a que se reemplazó el cumplimiento de la pena efectiva por la medida sustitutiva de libertad vigilada intensiva.

La sentencia, leída la mañana de este lunes, considera además otras penas secundarias, como la vigilancia de la autoridad en los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal y la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios y profesiones ejercidas en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.
Además, ingresará al registro de agresores y en el cumplimiento de su condena deberá sumarse a un programa de actividades orientadas a su reinserción social, tendrá prohibición de acercarse a las víctimas y la obligación de cumplir con un programa de educación sexual.

La abogada querellante Sandra Rivero, representante de una de las dos víctimas, destacó en el contexto del fallo que éste se basa en el reconocimiento de los hechos constitutivos de delito por parte del autor.

“Es decir, el sacerdote barnabita reconoce haber abusado sexualmente a dos menores de edad, estudiantes del Seminario Conciliar, dentro del colegio y en su jornada escolar, de manera reiterada durante los años 2017 y 2018”, remarca.

Esto, para la abogada, tiene dos análisis fundamentales. Uno es “el reconocimiento a la verdad de los jóvenes víctimas, quienes siempre fueron cuestionados, tanto por la comunidad educativa como por la propia Iglesia en la investigación eclesiástica”. Por otro lado, menciona la “contundencia” del resto de las pruebas, las que atribuye “únicamente a la labor de las propias víctimas ante una Fiscalía inerte”.

En cuanto a lo que viene, las víctimas “están evaluando las otras acciones legales civiles que correspondan y que indemnicen el daño y las consecuencias que generó para ellas y su entorno familiar el estar expuestos a tan deleznable acción por parte del sacerdote Daniel Dinamarca Chamorro”, finalizó la abogada.

Los casos de abuso sexual en el Colegio Seminario Conciliar de La Serena salieron a la luz en 2019. Ese año, una de las víctimas realizó una “funa” a través de redes sociales y tras ser difundidos ampliamente por redes sociales, los hechos fueron denunciados a la Fiscalía en diciembre de ese año.

En enero, la familia del adolescente -que cursaba sexto año básico cuando ocurrieron los hechos- presentó la primera querella en el caso.

A raíz de esta denuncia, salieron a la luz nuevos casos. Según han indicado a El Día abogados que han llevado estas causas, fueron en su momento cinco los jóvenes que indicaron haber sido víctimas de abusos por parte del mismo sacerdote, pero solo uno de estos nuevos casos llegó a la justicia, sumándose como una segunda querella, y el resto desistió de perseguir acciones penales.

Esa segunda querella se presentó en marzo, de la mano de la abogada Rivera y su colega, el abogado Carlos Muñiz.

Ambos casos relatan situaciones similares, en las que el sacerdote, que dirigía por ese tiempo la “Infancia Misionera” en el colegio, habría aprovechado la confianza y cercanía con las víctimas y sus familias para perpetrar sus abusos, realizando tocaciones y pidiendo a los menores de edad que guardaran silencio.

En medio del desarrollo de las acciones penales, Dinamarca fue apartado de sus funciones en el colegio y la Fundación Educacional Seminario Conciliar cortó vínculos con el imputado, quien fue trasladado por la congregación de Padres Barnabitas a Las Compañías y luego a una capilla en la Región Metropolitana.

Cabe mencionar que en el transcurso de las investigaciones, el sacerdote se encontraba con las medidas cautelares de arraigo nacional y prohibición de acercarse a las víctimas, luego de que fuera rechazada la prisión preventiva solicitada por los querellantes, periodo que pasó en dependencias de su congregación, específicamente en la Parroquia Santa Sofía de los Padres Barnabitas en Santiago, según el domicilio que el propio imputado proporcionó al tribunal.