Cometieron horrendos crímenes en los años 90

Cuál es el actual paradero del "Chacal de Alcohuaz" y el "Psicópata de Coquimbo"

Juan Domingo Salvo Zúñiga, apodado el “chacal de Alcohuaz” y Marcelo Tobar, conocido como el “psicópata de Coquimbo”, permanecen en la retina de los habitantes de la zona por sus asesinatos. En la actualidad, ambos permanecen recluidos en recintos penitenciarios de la Región Metropolitana.
viernes 01 de septiembre de 2023

Más de 30 años han pasado desde que la Región de Coquimbo fue aterrorizada por dos nombres, que llenaron las páginas policiales en la década de 1990. 

Y es que, pese al tiempo transcurrido, las personas todavía tienen en sus retinas los nombres de Juan Domingo Salvo Zúñiga y Marcelo Tobar, conocidos por sus brutales asesinatos que aterrorizaron a toda la comunidad de la zona. 

Según pudo comprobar El Día, ambos criminales permanecen recluidos en diferentes recintos penitenciarios de la Región Metropolitana, donde cumplen sus abultadas condenas por sus horrendos crímenes llevados a cabo en la comuna de Coquimbo y en la tranquila localidad de Alcohuaz.

Incluso las historias de ambos asesinos se han plasmado en varios reportajes y programas de televisión como “Mea Culpa” de Carlos Pinto.

Con el correr de los años algunas personas han señalado que los han visto libres por las calles de la zona, situación que ha sido totalmente descartada por las autoridades, ya que todavía permanecen tras las rejas y con varios años por cumplir.

El nombre de Marcelo Gabriel Tobar Venegas es sinónimo de horror en Coquimbo, porque durante los años 1992 y 1993, sembró el pánico en la zona, atacando principalmente a mujeres. Su modus operandi consistía en amenazar a sus víctimas con un cuchillo y elegirlas basándose en lo que él denominaba un “brillo en sus ojos”.

 Su serie de crímenes le valió el apodo de “el psicópata de Sindempart”, y más tarde, al ampliar su radio de acción, fue rebautizado como “el psicópata de Coquimbo”.

Cabe recordar que Tobar atacó a más de 20 mujeres durante poco más de dos años, asesinando a dos de ellas y dejando a otra, más de 15 días en coma, víctima que, al final, permitiría su detención por parte de Carabineros en agosto de 1993.

A pesar de que las autoridades inicialmente dudaban de que los ataques fueran obra de una sola persona, tras una exhaustiva investigación, Marcelo Tobar fue condenado a 57 años de prisión y remitido a la cárcel local. Sin embargo, debido a amenazas de muerte, fue trasladado a Santiago durante sus primeros años de condena.

En la actualidad, Tobar está recluido en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina I y se habría transformado a la religión en sus años de encierro. 

El término de su condena es en 2050 y no ha accedido a beneficios intrapenitenciarios.

Por su parte, el nombre de Juan Domingo Salvo Zúñiga, conocido como el “chacal de Alcohuaz”, también perdura en la memoria colectiva, esta vez, del valle de Elqui. 

En 1990, Salvo Zúñiga cometió un cuádruple asesinato que conmocionó a la nación, acabando con la vida de Antonia Cabrera Gómez y sus tres hijos, al golpearlos con un hacha. Inicialmente condenado a muerte, la pena se modificó a 80 años de cárcel debido a un indulto del entonces Presidente Patricio Aylwin.

El oscuro pasado de Juan Domingo Salvo Zúñiga incluye un anterior homicidio en 1975: la de su propia hermana, crimen por el que cumplió 10 años de presidio.

Aunque han pasado más de tres décadas desde los trágicos hechos, los habitantes del valle de Elqui todavía recuerdan al “chacal de Alcohuaz” y esperan que nunca recupere su libertad.

Hace unos años surgió el rumor de que algunas personas lo habrían visto  viviendo en la zona de Vicuña, pero fueron afirmaciones sin fundamentos, ya que el criminal sigue detenido en la capital.  

Según pudo corroborar El Día, Juan Salvo permanece en el Centro de Detención Preventiva Santiago Sur (ex Penitenciaría). Durante los últimos dos años, ha solicitado en cuatro oportunidades la libertad condicional, la cual ha sido rechazada. 

Desde Gendarmería precisan que la libertad condicional es un derecho de todas las personas privadas de libertad que cumplen con los requisitos establecidos en la ley, y que esta institución tiene la obligación de presentar dichos casos ante la comisión de jueces correspondiente, por lo que es el Poder Judicial quien concede la libertad.

Mientras tanto, la sombra de los crímenes cometidos por ambos homicidas siguen siendo parte de la memoria colectiva de las localidades en que estos hechos ocurrieron, en donde no se olvida el impacto mediático que tuvieron y el dolor de los familiares de las víctimas.